Por: Marcela Mercado Flores
El 22 de enero celebramos una conquista histórica, como parte de un proceso prolongado de corte revolucionario que implica el rechazo del orden social dominante de las elites tradicionales y la impugnación de la hegemonía ideológico-cultural burguesa.
El Estado y sus instituciones, donde la lucha de clases se extiende de forma campal por tratarse de una ¨condensación material de relaciones de fuerzas entre clases y fracciones de clases¨ (Poulantzas) se vuelve hoy particularmente ardua y lograr concretar formas de justicia para los compañeros caídos en las masacres del golpe de Estado y de todo el pueblo que sufrió el azote de golpismo, es un mérito indiscutible para el gobierno de Luis Arce Catacora.
Desde la plurinacionalidad se logró dar un nuevo rumbo económico, político y social al Estado, esta conquista es producto de luchas populares históricas de las que somos herederos y custodios.
Si bien no hay proceso social irreversible, ejemplo claro de este peligro son los trágicos hechos del 2019, ataques que solo son neutralizables desde la la movilidad política que el gobierno supo concretar para frenar nuevos intentos de desestabilizacion perpetuados por la derecha, gestando el secuestro del pueblo cuceño, sometiendolo a escenarios de terrorismo, y todo tipo de violaciones a los de los derechos humanos.
Luis Fernando Camacho, preso hoy por ser responsable del quiebre constitucional en Bolivia, sumado al peso de las masacres de Senkata y Sacaba es el principal involucrado en los hechos de violencia que vivió Santa Cruz en octubre del año pasado.
Hoy reivindicamos la recuperación del Estado plurinacional con todas sus conquistas, gracias a la unidad de las fuerzas populares.
Jallalla Estado Plurinacional.