La participación al cabildo convocada por el movimiento cívico a nivel nacional, fue un total fracaso. El desarrollo del mismo tenía el objetivo de movilizar a los nueve departamentos, más al contrario se hizo visible la desarticulación al no haber asistencia contundente a las manifestaciones supuestamente masivas.

Los intereses y las consignas de unos cuantos individuos que pertenecen a un sector reducido dentro de la sociedad boliviana, son aquellas que resonaron en las personas que salieron a las calles. 

En la ciudad de La Paz, la concentración se realizó a las 17:00 en la zona sur, calle 21 de Calacoto. La marcha sólo se extendía a lo largo de una cuadra, las consignas que se escuchaban pertenecían claramente a narrativas marcadas por la desesperación y el odio, con el fin de proteger los intereses de unos cuantos.

En los departamentos de La Paz, Pando, Beni, Potosí, Chuquisaca el panorama fue aún más desalentador, la convocatoria realizada no llegó a aglutinar a las personas necesarias, tornándose en un rotundo fracaso. La mayoría de la población es consciente que estas convocatorias solo pretenden beneficiar los intereses y los bolsillos de algunos en desmedro de los muchos, perjudicando el día a día del ciudadano de a pie.

En la ciudad de Santa Cruz nuevamente se vivió una jornada marcada por violencia, la agresividad al finalizar el encuentro escalo. Los pedidos que se hicieron eran totalmente personales, en beneficio a la familia Camacho, lo que provocó molestia y las personas empezaron a gritar que ese sector no los representaba. Con ese discurso nos remontan a tiempos del colonialismo más ruin, cuando vinieron a invadir estas tierras ricas; así como esos tiempos hoy también refugiándose en la biblia usándola en todos sus discursos, queriendo encandilar a la gente y provocar narrativa donde se posicionan a ellos mismo como los elegidos por el mesías.

Por consiguiente el cabildo no representa a todas y todos los cruceños menos a todas y todos los bolivianos. La democracia que exigen ya la tienen, es un país democrático y el más claro ejemplo de esto es la posibilidad de la realizar un cabildo de estas características, sólo para manifestar su antipatía. Pero la verdad solo se refleja en las urnas. 

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