Vecino de la zona El Vergel, en Llojeta, bloquearon calles del centro paceño pidiendo respeto a las áreas verdes habilitadas gracias a su trabajo comunitario que la alcaldía paceña pretende adjudicarse completamente y venderlo como propiedad privada.
La Alcaldía de La Paz aseguró que ese espacio es propiedad municipal y es esta la que determinará qué proyecto se hará, pretenden instalar un colegio en ese espacio.
Eddyth Cutily, presidenta de la junta de vecinos, explicó que no se oponen a que los estudiantes utilicen este espacio, lo que rechazan es que sea cercado para su uso exclusivo, como si los vecinos nunca hubieran estado ahí.
“Queremos que la chanca sea para todos, de libre acceso. No han puesto ni una piedra y quieren sacarnos. Nos acusan de loteadores cuando nuestro trabajo y organización han evitado que haya loteamientos y la junta de vecinos de El Rosal quiere amedrentarnos con amenazas”, detalló la dirigente.
Madres con sus hijos pequeños, vecinos de la tercera edad y jóvenes se movilizaron hasta llegar a la intersección de las calles Mercado y Socabaya vitoreaban: “Arias, cuidado, El Vergel está emputado”, gritaban los vecinos, explicaron a la prensa que el personal del colegio pretende cercar un espacio comunitario que los vecinos rehabilitaron.
Juana Limachi llegó a vivir en esta zona hace treinta años, cuando el barrio empezaba a probarse, explico que al ver el abandono de la zona, los espacios ocupados por la basura, qué delincuentes habitaban, y para velar por su seguridad, los habitantes comenzaron a organizarse.
“El lugar que quieren robarnos está cerca de un río. Ahí solían botar cadáveres de animales y basura, era un cenizal, un botadero. Con nuestro trabajo de días y noches hemos limpiado, hemos colocado troncos y hemos puesto una chanchita. Ahora el colegio quiere quitarnos, y el municipio no dice nada”, afirmo Limachi.
Acceder y movilizarse en El Vergel es complejo, explican los vecinos, existen pocas líneas de transporte público que pasen por allí. La mayoría de sus habitantes, nacido y crecido en el barrio, se conocen y se han organizado para cuidarse mutuamente.
No es la primera vez que sufren este tipo de intentos, atropellos con el fin de adueñarse y privatizar sus espacios. Tuvieron que recuperar su centro vecinal de las manos de un antiguo dirigente que lo convirtió en un lugar para consumir bebidas alcohólicas.
Una vez que la nueva directiva se hizo cargo, los habitantes de El Vergel trabajaron para intentar recuperar lo que en algún momento fue una guardería para los niños del barrio y un centro de reuniones.
