Los ex vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y de los nueve Tribunales Electorales Departamentales (TED) que fueron acusados y procesados por un supuesto fraude electoral el 2019 recibieron un desagravio público por la violación de sus derechos humanos.
María Eugenia Choque Quispe, Antonio Costas, Idelfonso Mamani, Edgar Gonzáles, Lucy Cruz y Lidia Iriarte ratificaron la inexistencia de un fraude electoral a tiempo de denunciar las violaciones de derechos humanos que sufrieron en los procesos judiciales a los que fueron sometidos durante el 2019. Este acto se llevó a cabo en el salón Rodolfo Illanes del Ministerio de Justicia, donde estuvieron presentes los representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Quiero mencionar que nunca hubo fraude”, dijo la expresidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque, quien aseguró que los detenidos vivieron un año llenos de “sufrimiento y dolor” por un informe “que era preliminar y ni siquiera tenía firma”.
La OEA dirigió sus análisis y conclusiones de su informe a fundamentar un supuesto fraude en las elecciones bolivianas. Para ello omitió información crucial tanto jurídico-normativa como técnico-analítica.
Su base argumentativa sobre las supuestas irregularidades en el TREP omiten tres hechos transcendentales 1) este no es el sistema de conteo oficial, 2) el TREP no estaba diseñado para arrojar datos por encima del 90% en ningún caso y 3) que las supuestas irregularidades en el procedimiento de carga de datos, de ser ciertas, solo justificarían una irregularidad procedimental, puesto que nada se prueba sobre cómo y para qué se habrían utilizado los supuestos servidores adicionales.
Análisis del informe final de la OEA sobre las elecciones en Bolivia realizado por la CELAG concluyo que, ya sea por incapacidad técnica o por dolo, ese informe incurrió en debilidades manifiestas. Dado la trascendencia que tuvo resulta cuando menos cuestionable que se emitan conclusiones como las que repetidamente hizo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y mucho menos que se pusiera en cuestión, dando alas a las subsiguientes acciones de las fuerzas armadas, la integridad general del proceso electoral en boliviano.
Joel Hernández, miembro de la comisión de la CIDH que llegó al país, fue el encargado de entregar los reconocimientos a los vocales.

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