El vocero presidencial, Jorge Richter, ha acusado a las “élites” de Santa Cruz de apropiarse de los recursos del Banco Fassil para sostener un modelo que no beneficia a la mayoría de la población.
Richter ha señalado que se investigará si se trata de una estafa o un mal manejo financiero, y se buscará determinar el destino de los fondos desviados.
Según el vocero, el “modelo cruceño” no está centrado en la productividad ni en la industria, sino en el control ejercido por unas pocas familias y grupos políticos y económicos oligárquicos. Estas élites, según Richter, se apropian del poder y los recursos, dejando de lado a la mayoría de los ciudadanos.
Richter mencionó el caso del Banco Fassil, donde se desviaron más de 4.000 millones de bolivianos (unos $600 millones) hacia empresas vinculadas a personas cuestionadas.
Destacó la necesidad de que los comités cívicos, la gobernación y las cámaras industriales y agroindustriales se pronuncien al respecto.