La Secretaría Municipal de Culturas y Turismo de La Paz se encuentra en medio de una polémica luego de que se revelara que cerca del 20% de su presupuesto anual para gestión cultural, aproximadamente 700 mil bolivianos, fue destinado al reciente Festival Internacional Verbena Paceña.

La situación desató fuertes críticas y cuestionamientos por parte de la activista María Galindo durante una intervención en la oficina de la Secretaría.

La activista María Galindo no escatimó en sus críticas durante su intervención en la Secretaría Municipal de Culturas y Turismo. Durante su discurso, Galindo dirigió palabras directas al encargado de la Secretaría, Rodney Miranda, y al alcalde Iván Arias. “El presupuesto de Culturas ha sido de 28 millones de bolivianos este año. Hemos logrado mejorar y tener adicionales. No estoy seguro si es el presupuesto más pequeño, pero de esos 28 millones de bolivianos, el 85 por ciento es personal y gastos operativos“, detalló Miranda en respuesta a las críticas.

La controversia se acentuó con el señalamiento de Galindo hacia la inversión realizada en el Festival Internacional Verbena Paceña, que contó con la participación de un grupo argentino.

La activista sugirió que la inversión tenía motivaciones políticas, afirmando que era parte de un “acto de masas político para remontar la figura de Arias“. Esta afirmación desató un acalorado debate entre los funcionarios de la alcaldía y Galindo.

Cabe resaltar que Rodney Miranda fue objeto de un señalamiento particular por parte de Galindo, quien mencionó su participación previa en el proyecto “Música de Maestros”. Este señalamiento agregó un matiz adicional a la controversia y generó más interrogantes sobre la gestión cultural en la ciudad.

La inversión en el Festival Internacional Verbena Paceña ha reavivado el debate sobre las prioridades y la asignación de fondos en el ámbito cultural en La Paz. Mientras algunos argumentan que la inversión en eventos culturales es una forma de promover la ciudad y generar oportunidades económicas, otros cuestionan si estos gastos son la mejor manera de utilizar los recursos públicos, especialmente en un contexto donde el presupuesto para cultura ya está siendo destinado en gran parte a gastos operativos y salarios.

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