La construcción de la primera Planta de Biodiesel en Santa Cruz ha alcanzado un avance físico del 49%, marcando un paso significativo hacia la reducción de la importación y subvención de combustible.
La planta está programada para iniciar operaciones en diciembre, con una producción inicial de 1.500 barriles por día, según anunció el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
El ministro Molina explicó que hasta la fecha, el progreso en la obra abarca fundamentos, pilotes, obras civiles y equipamiento que está siendo finalizado en diversas partes del mundo. El proyecto se encuentra en camino de cumplir el cronograma previsto para su entrega en diciembre.
Acompañado por directivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Molina inspeccionó la construcción de la planta, que se ubica en los terrenos de la Refinería Guillermo Elder Bell. Esta instalación, con una inversión de $47 millones provenientes de la estatal petrolera, requerirá alrededor de 70.000 toneladas de aceite vegetal de jatropha, macororó, soya y otros para su procesamiento anual.
La planta no solo promete contribuir a la independencia energética del país, sino también a la generación de empleo. Se estima que se crearán 1.000 empleos directos y 1.500 empleos indirectos a medida que la planta entre en funcionamiento.
El impacto económico de la planta también es notable. Según el ministro Molina, la reducción de alrededor de $100 millones en costos de importación anuales de diésel marcará un hito en el ahorro para el país. Además de su beneficio económico, el proyecto tendrá un efecto positivo en la reducción de la subvención de recursos, aliviando la carga financiera para los ciudadanos bolivianos.
El avance en la construcción de la Planta de Biodiesel refleja un paso importante hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética, al mismo tiempo que consolida la visión del país de reducir su dependencia de los combustibles importados y promover el uso de fuentes de energía más sostenibles y renovables.