La cifra de palestinos fallecidos a causa de los implacables bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza se elevó a 2.215, de los cuales 724 son niños y 458 mujeres, según el informe emitido por el Ministerio de Sanidad en Gaza. Mientras tanto, el ejército de Israel ha anunciado que están avanzando en los preparativos para un “ataque integrado y coordinado desde el aire, mar y tierra.“
En una escalada de la tensión en la región, las Fuerzas de Defensa de Israel dieron un ultimátum de 24 horas a los responsables de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Gaza, instándolos a reubicar al sur a los 1,1 millones de palestinos que habitan en la zona norte del enclave costero palestino.
Este anuncio ha generado preocupación entre los expertos, quienes ven esto como un presagio de una ofensiva terrestre israelí, tras seis días de ataques aéreos incesantes que ya han cobrado la vida de más de 1.500 personas.
Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, calificó la reubicación forzada de los palestinos como “imposible” y urgió a que se cancele este plan, advirtiendo sobre “consecuencias humanitarias devastadoras.“
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con miles de personas desplazadas y hospitales abrumados por la afluencia de heridos. La comunidad internacional ha instado a un alto el fuego inmediato y a la reanudación de las negociaciones para poner fin a la violencia en la región, que ha afectado de manera desproporcionada a los civiles palestinos, en particular a los niños y las mujeres.