En una contundente acción llevada a cabo la noche del domingo, la policía antidroga de Bolivia desmanteló un nuevo laboratorio de cristalización de pasta base de cocaína en la región del Chapare.
Con este último golpe, el número de fábricas de gran capacidad destruidas asciende a 49 en lo que va del año, marcando un avance en la lucha contra el narcotráfico en el Trópico de Cochabamba.
Según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el laboratorio desmantelado habría requerido una inversión de 300.000 dólares y tenía la capacidad de producir entre 80 y 100 kilos de clorhidrato de cocaína diariamente. El centro de producción estaba astutamente camuflado en medio de la densa selva, operado por al menos 14 individuos que contaban con acceso directo a una pista clandestina.
El operativo también incluyó la incautación de tres avionetas, de las cuales una fue incinerada debido a su inutilidad, mientras que las otras dos fueron trasladadas a la base aérea de la ciudad de Cochabamba. Este golpe estratégico no solo afecta la cadena de producción de drogas, sino que también corta una vía clave de transporte ilegal.
El ministro Del Castillo subrayó el compromiso continuo de la fuerza antidroga con la erradicación del narcotráfico en la región. “Pese a quien le moleste“, aseguró, “seguiremos con estos operativos que son fundamentales para preservar la seguridad y la salud de nuestra sociedad“.