La Ministra de la Presidencia, María Nela Prada, señaló ayer que, ante la disminución de la credibilidad de las críticas locales hacia el gobierno de Luis Arce, un sector vinculado a Evo Morales ha intensificado una campaña internacional para desestabilizar y sabotear la gestión gubernamental.
Prada hizo referencia a una entrevista “llena de falsedades” concedida por Juan Ramón Quintana, exministro y figura cercana a Morales, al medio argentino Página 12. En dicha entrevista, Quintana presentó a Evo Morales como un líder indiscutible y la figura principal de las luchas contra el neoliberalismo.
No obstante, Prada enfatizó que el Movimiento Al Socialismo (MAS) trasciende la figura del líder cocalero y se basa en ideales y principios colectivos. La Ministra también refutó las afirmaciones de Quintana sobre un supuesto pacto del Gobierno con la derecha para dividir las organizaciones sociales.
En cambio, Prada recordó el acuerdo en el Senado nacional entre el ala “evista” con la derecha de Comunidad Ciudadana y la radical Creemos.
En esa instancia legislativa, Andrónico Rodríguez pactó, con el respaldo de Evo Morales, con ambos partidos de oposición comprometidos en el golpe de Estado de 2019 para continuar como presidente de la Cámara Alta en la presente legislatura.
Según la Ministra de la Presidencia, Morales y la derecha opositora están ahora “en sintonía” en los ataques para debilitar la gestión del Presidente socialista. “Tienen exactamente el mismo discurso” para desgastar la administración de Arce, remarcó Prada.
La autoridad precisó que el Ejecutivo ha resistido los ataques sin fundamentos ni pruebas, pero ahora hay temas que no pueden quedar sin respuesta.
Expresó su preocupación sobre la posible instrumentalización de Morales por sectores de derecha para desestabilizar al Gobierno socialista, que representa los intereses del pueblo.
Prada insistió en que estos ataques buscan imponer una candidatura única, la de Evo Morales, y no reconocen la diversidad y pluralidad dentro del MAS, basadas en ideales y principios más que en una figura individual.
Considera que el dirigente cocalero ve al presidente Arce como un adversario político al que hay que destruir.
“Su mala estrategia es que le tiene que ir mal a Lucho para que la gente pida en las calles que Evo Morales vuelva, pero eso es totalmente erróneo, la gente dice que dejen gobernar a Lucho“. Reiteró que el Presidente está firme para seguir trabajando y gobernando sin traicionar el programa y el mandato del pueblo boliviano, sin ser “ni traidores ni cobardes”.