Cooperativistas vinculados al expresidente Evo Morales irrumpieron el lunes en las instalaciones de la Alcaldía de Ocurí, en el departamento de Potosí, generando caos y terror entre los funcionarios locales. La situación alcanzó su punto más crítico cuando obligaron a una concejal a renunciar bajo amenazas de muerte y la quema de su vivienda. Además, tres legisladores ediles fueron agredidos, resultando uno de ellos gravemente herido y hospitalizado.
Bajo la amenaza de matarla y de quemar su casa, la concejal del MAS Marta Villca Cuaquira fue obligada a renunciar a su cargo este martes.
Ella denunció que hace varios días le llegan a su celular mensajes de muerte por parte de un grupo de ocho mineros cooperativistas de Maragua que están vinculados con el expresidente Evo Morales.
“Estoy muy afectada, han amenazado con matarme a mí y a mi familia, también con quemar mi casa. Yo temo por mi hijo”, mencionó a Ahora El Pueblo la concejal Villca.
Este grupo de cooperativistas, además, emitió una resolución, en la que echan a Villca, a su padre y a sus hermanos de la cooperativa.
“Han dejado sin trabajo a mi padre y a mis hermanos, nos han botado”, dijo. Villca era parte de esta cooperativa, al igual que su familia y fue elegida representante de su sector ante el Concejo Municipal de Ocurí.
El lunes, cerca de las 08.30, una turba del ala “evista” llegó a la Alcaldía de Ocurí para tomar sus instalaciones por la fuerza. En esta acción identificaron al concejal del MAS Justino Concejo Chura, quien denunció que lo bajaron de su vehículo, lo obligaron a bloquear la carretera, le golpearon en la cabeza y le dieron patadas en la espalda. También golpearon a otros dos legisladores ediles.
Los hechos ocurridos en la Alcaldía de Ocurí son un claro ejemplo de la violencia política que sigue afectando a diversas regiones de Bolivia. La intimidación, las amenazas y la violencia física no tienen cabida en un sistema democrático basado en el respeto y la tolerancia.