Trabajadores pertenecientes a ocho sindicatos municipales de La Paz protagonizan una marcha y bloqueos de las “mil esquinas” exigiendo al alcalde Iván Arias el respeto a la estabilidad laboral y al fuero sindical, así como el cese del acoso en el trabajo, entre otras demandas.

La movilización, que inició la mañana de este lunes y se concentra en inmediaciones de la exEstación Central para luego recorrer la avenida Montes en dirección a los predios de la Alcaldía de La Paz, lleva consigo pancartas con consignas como “Pago de quinquenio“, “Pon fin al acoso y violencia en el trabajo” y “Basta del acoso laboral“.

Según informó Jhonny Loayza, secretario ejecutivo del Sindicato de Trabajadores del PumaKatari en Bolivia TV, la situación de acoso laboral está generalizada en todas las unidades municipales, especialmente en las unidades sindicales, y se solicita al alcalde el respeto a la estabilidad laboral y al fuero sindical.

Las demandas, expuestas en un pliego petitorio, fueron presentadas ante el alcalde Iván Arias hace un tiempo considerable, así como mediante el envío de varias cartas exigiendo atención a las mismas, sin embargo, hasta la fecha no han obtenido respuesta.

La protesta cuenta con la participación de los ocho sindicatos municipales, que representan a trabajadores del PumaKatari, Emaverde, guardias municipales, Edme, Emavías, entre otros.

Se prevé que las marchas continúen hasta el miércoles, y en caso de no recibir una respuesta favorable por parte de las autoridades municipales, se evaluará la posibilidad de iniciar una huelga general en los días siguientes.

Cristian Cerezo, dirigente de La Paz Limpia, denunció que muchos trabajadores tienen tres años de atraso en el pago del quinquenio, además de sufrir un “tremendo acoso laboral por parte de supervisores y coordinadores“. También señaló la falta de reconocimiento de derechos laborales básicos para aquellos que trabajan a destajo, como seguro de salud, indemnización y aportes a la Gestora.

Ante la falta de respuesta por parte de la empresa y del Sistema de Regulación Municipal (Siremu) de la alcaldía, los trabajadores se sienten desamparados y amenazados para no reclamar sus derechos, según manifestó Cerezo.

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