Las autoridades estadounidenses están preocupadas porque China e Irán podrían usar tecnología de inteligencia artificial (IA) para influir en las elecciones presidenciales de 2024. Un informe reciente indicó que estos países ya habían creado contenidos falsos durante la campaña de 2020, aunque nunca se hicieron públicos.

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) advirtió que China e Irán tienen la capacidad de usar IA para crear audios y videos falsos, lo que podría engañar a los votantes. Con las elecciones a solo seis meses de distancia, hay un mayor riesgo de que estos engaños causen más daño.

En diciembre, durante un simulacro en la Casa Blanca, los funcionarios se enfrentaron a un escenario donde se mostró un vídeo falso creado por operativos chinos, en el que un candidato al Senado aparecía destruyendo papeletas. Además, el FBI ha señalado que la amenaza de desinformación usando IA está creciendo.

Aunque en 2020 no se utilizaron estos deepfakes, las autoridades no están seguras de por qué. Algunos creen que China e Irán dudaron de su capacidad para realmente influir en los resultados de las elecciones. A pesar de que no hay pruebas de que China e Irán trabajen juntos, ambos países intentaron influir en los votantes por separado.

Por ejemplo, Irán trató de hacerse pasar por el grupo Proud Boys, afirmando que habían hackeado una base de datos de votantes estadounidenses. Ahora, la NSA está trabajando más duro para monitorear estas falsificaciones extranjeras, especialmente con los avances recientes en IA, como el modelo ChatGPT.
El Comité de Inteligencia del Senado discutirá esta semana las amenazas emergentes de los deepfakes y la interferencia extranjera, interrogando a altos funcionarios sobre estos peligros para las próximas elecciones.

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