Según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, un grupo militar liderado por Juan José Zúñiga planeó una insurrección aproximadamente hace tres semanas. Este intento incluyó la toma de la plaza Murillo y un fallido golpe de Estado que generó alarma en la población.
Del Castillo afirmó que los informes técnicos y periciales respaldan esta versión, indicando que la conspiración tenía como objetivo derrocar al gobierno democráticamente electo.
“Varios militares se organizaron, confabularon para tratar de transgredir el orden constitucional y hubo un golpe de Estado fallido (…). De acuerdo a los informes técnicos periciales, nos dan una fecha aproximada que, hace aproximadamente unas tres semanas, este hecho se habría planificado para derrocar a un Gobierno democráticamente electo”, dijo en contacto con Unitel.
El incidente ocurrió el miércoles por la tarde, cuando Zúñiga, junto con militares encapuchados y tanques, ocupó la plaza Murillo, el epicentro del poder político en Bolivia que alberga los poderes Ejecutivo y Legislativo. Utilizando una tanqueta, forzaron la entrada al Palacio de Gobierno.
Durante la ocupación, Zúñiga anunció planes de “liberar a presos políticos” y “restablecer la democracia”. El presidente Luis Arce confrontó a Zúñiga y le ordenó retirarse, pero éste se negó. Como consecuencia, Zúñiga fue destituido de su cargo y un nuevo liderazgo militar fue instalado por el presidente Arce.
Posteriormente, Zúñiga fue detenido y durante su aprehensión afirmó haber mantenido una reunión previa con Arce, declaración que fue negada por el ministro del Gobierno, quien desestimó la credibilidad de Zúñiga debido a su infracción constitucional al intentar deliberar sobre asuntos políticos, en contravención a las funciones militares de protección de la soberanía y la integridad nacional.
“La persona privada de libertad, el señor Juan José Zúñiga, carece de cualquier grado de veracidad, en atención a las últimas declaraciones que ha vertido en los distintos medios de comunicación, precisamente, eso fue una de las razones por las cuales ya estaba anoticiado de la pérdida de su cargo. Él había vulnerado la Constitución, un militar no puede deliberar sobre política (…), los militares están para cumplir instrucciones, están para proteger la soberanía del pueblo boliviano, están para proteger la integridad de todo el territorio nacional”, sostuvo Del Castillo.