En una jornada de tensión en Warnes, la llegada de un camión cisterna con diésel desactivó la medida de presión que los transportistas habían impuesto desde la mañana de este miércoles. La situación, que había generado inconvenientes para los residentes y el tránsito en la región, mostró un giro favorable con la llegada del esperado suministro de combustible.

Desde temprano, los transportistas habían bloqueado el acceso a la zona de Colpa Bélgica, exigiendo la llegada de diésel para continuar con sus actividades. Ante el bloqueo, un contingente policial se dirigió al lugar para persuadir a los manifestantes y evitar un conflicto mayor. Sin embargo, los protestantes mantuvieron su postura firme, señalando que solo levantarían el bloqueo si se cumplía su demanda.

El punto de inflexión llegó pasadas las 15:00 horas, cuando finalmente un camión cisterna comenzó a descargar combustible en una estación de servicio de la localidad. Con el combustible en camino, los transportistas cesaron inmediatamente su protesta, retornando a la fila para abastecerse y regularizar sus operaciones.

Este desarrollo concluye una jornada marcada por la incertidumbre y el malestar en Warnes, donde la llegada oportuna del diésel fue clave para restablecer la normalidad en el abastecimiento de combustible y el transporte en la región. La situación destaca la importancia de una gestión eficiente en la distribución de recursos esenciales para evitar futuras crisis.

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