Nuevas excavaciones en la antigua ciudad de Pompeya, destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., han sacado a la luz restos de dos víctimas, un hombre y una mujer, junto con un conjunto de valiosas monedas y joyas. El descubrimiento se realizó en una pequeña habitación, que probablemente servía como dormitorio temporal durante las obras de renovación en la casa y que fue elegida como refugio por estas personas en un intento desesperado por escapar de la lluvia de material volcánico.
El análisis del espacio revela que la habitación, gracias a una ventana cerrada, se mantuvo libre de la ceniza que cubrió el resto de la casa, impidiendo que las víctimas pudieran escapar. Quedaron atrapadas en el interior del reducido cuarto, donde encontraron su trágico final, tal como lo han mostrado los estudios realizados por los arqueólogos.
El descubrimiento también ha permitido a los investigadores reconstruir el mobiliario del lugar, identificando objetos como una cama, un arcón, un candelabro de bronce y una mesa de mármol. Los muebles de bronce, vidrio y cerámica permanecen intactos, conservando su posición original desde la fatídica erupción.
Gabriel Zuchtriegel, director del parque arqueológico, destacó la importancia de estos hallazgos para la comprensión de la vida cotidiana en Pompeya, subrayando que los valiosos datos antropológicos obtenidos proporcionan una ventana única hacia la existencia de los antiguos habitantes de la ciudad.