El expresidente Evo Morales se pronunció en defensa del exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Maximiliano Dávila, calificando de “indigno” el proceso de extradición solicitado por Estados Unidos. Dávila, actualmente detenido en el penal de San Pedro, enfrenta cargos por legitimación de ganancias ilícitas en Bolivia y está solicitado en extradición por presunto narcotráfico en EE.UU.
El legislador de Comunidad Ciudadana, Alberto Astorga, aseguró que Morales teme que Dávila revele ante la justicia estadounidense presuntos vínculos entre su gobierno y el narcotráfico. “Ese es el temor real de Evo y no le conviene que extraditen a Dávila”, afirmó Astorga, sugiriendo que el exmandatario busca protegerse de posibles revelaciones comprometedoras.
El pedido de extradición se enmarca en el Tratado de Extradición firmado entre Bolivia y Estados Unidos en 1995. Tras cumplir con los requisitos formales, el caso fue remitido al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ya emitió un auto supremo disponiendo la detención preventiva de Dávila con fines de extradición. Será la justicia boliviana la que defina su situación legal en los próximos meses.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, subrayó que el caso de Dávila no implica al expresidente Morales, desestimando rumores de una posible vinculación. “Nadie ha hablado de Evo Morales en este caso”, señaló Del Castillo, quien también cuestionó el nerviosismo de algunos sectores del Movimiento Al Socialismo (MAS) ante el proceso judicial.
El Departamento de Estado de Estados Unidos considera a Maximiliano Dávila un importante narcotraficante internacional, ofreciendo en su momento una recompensa de 5 millones de dólares por información que condujera a su captura. Las autoridades estadounidenses lo acusan de usar su posición para proteger operaciones de tráfico de cocaína y armas, además de estar involucrado en lavado de dinero antes y durante su gestión en la FELCN.