Que Rodrigo Hernández haya ganado el Balón de Oro 2024 no debería ser una sorpresa. El mediocampista del Manchester City y de la selección española cumplió con una muy buena temporada en la que ganó tres títulos con su club (Liga, Community Shield y Mundial de Clubes) y, sobre todo, la Eurocopa con su representativo nacional, en la que fue designado como el futbolista más valioso del certamen.
Sin embargo, los propios antecedentes de este premio -que France Football otorga anualmente desde 1956- ha puesto en entredicho esta elección; y más cuando el Real Madrid, reconocido en esta misma gala como el mejor equipo del año futbolístico 2023-24, decidió ausentarse de la ceremonia al saber que su jugador Vinícius Júnior no ganaría el galardón a mejor futbolista.
Y es que no siempre el mejor futbolista del año ha ganado el prestigioso Balón de Oro. Al menos, hay cinco ediciones en los últimos 14 años que generaron mucha polémica por la elección final del vencedor. Temporadas en las que los jugadores más decisivos y ganadores se quedaron con las manos vacías ante Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, los dominadores de las últimas dos décadas.
Ayer, para muchos, Vinicius era claramente favorito sobre Rodri, por su papel decisivo en LaLiga de España y la Champions League que ganó el Real Madrid, aunque con Brasil quedó corto en la Copa América. Así lo pensó también el Madrid, que dejó sus lugares vacíos y sin ningún representante que recogiera sus galardones.
Todo esto enrareció una ceremonia en la que también destacó la figura de Aitana Bonmati, quien conquistó su segundo Balón de Oro de forma consecutiva en la categoría femenil; así como el joven Lamine Yamal del Barcelona, quien se consagró como el mejor futbolista menor de 21 años con el Trofeo Kopa.
No siempre gana el mejor
Con un esquema que precisamente trata de evitar las polémicas, el Balón de Oro hace primero una preselección de los 30 mejores jugadores del año futbolístico y luego cien periodistas, de los primeros cien países del ranking de la FIFA, se encargan de hacer la votación, eligiendo cinco opciones distintas.
Aunque este sistema parece tener un mecanismo que se acerca lo más justo posible, la verdad es que muchas veces ha caído en un sistema de popularidad. Por ejemplo, el año pasado a Lionel Messi solo le bastó conquistar la Copa del Mundo para hacerse merecedor de este galardón, sin importar que el noruego Erling Haaland había logrado el triplete con el Manchester City, consolidándose como goleador en cada una de las competiciones.
Al final, la votación, que uno hubiera imaginado que sería cerrada, fue 462 votos para Messi y 357 para Haaland. Y si el parámetro decisivo fue la Copa del Mundo, entonces uno se debe remontar a la edición de 2010, cuando el argentino ganó su segundo Balón de Oro sobre sus compañeros de equipo, Iniesta y Xavi Hernández, que también habían ganado a nivel de clubes los mismos trofeos, con el plus de haber conseguido el Mundial de Sudáfrica. En ese entonces sin cifras concretas, pero sí con porcentajes, Lionel le sacó más de cinco puntos porcentuales a Andrés, quien había marcado el gol del triunfo para la selección española.
Un caso similar se dio cuatro años después cuando Cristiano Ronaldo ganó la edición de 2014 sobre el portero Manuel Neuer, quien había salido campeón del mundo y con el Bayern Múnich también había ganado la Bundesliga y la Copa de Alemania. En ese año, el atacante del Real Madrid duplicó el porcentaje de votos de Messi y Neuer, quien se fue hasta el tercer lugar. Y así se dieron más elecciones similares en las que parece que pesó más el nombre que el mérito futbolístico.
Una de las votaciones más cerradas de la última década se dio en 2019, cuando Messi ganó su sexto Balón de Oro al superar apenas por siete puntos al defensa neerlandés Virgil van Dijk, quien partía como favorito al haber ganado la Champions con el Liverpool. Al final no le alcanzó, pues la costumbre de ver ganar siempre a Messi o Cristiano era la constante.
Ahora, en el comienzo de esta nueva época, en la que ni el argentino ni el portugués aparecen ya en el mapa de la élite europea, el primer galardonado ha sido salpicado por la polémica impuesta desde el Real Madrid. Sí, quizá llegó el tiempo en el que lo futbolístico se impondrá a los nombres que hacen ruido.