En un acto formal de presentación de su informe de gestión, el presidente de Bolivia, Luis Arce, destacó que su gobierno ha enfrentado varios desafíos durante su mandato, particularmente debido a un contexto de “asedio sistemático, progresivo y permanente” proveniente de diversos frentes. Según Arce, este entorno adverso ha dificultado el desarrollo de su administración, sumándose a factores externos como los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña, que han causado sequías e inundaciones en distintas regiones del país.
El mandatario también mencionó que su gobierno ha sido blanco de constantes intentos de sabotaje, y señaló específicamente a la bancada evista como uno de los grupos responsables de acciones que, a su juicio, han afectado la estabilidad económica del país. “La oposición ha realizado actos que han ido en contra del progreso de Bolivia”, sostuvo Arce, quien hizo referencia a las presiones internas y externas que han marcado su gestión.
A pesar de los desafíos, el presidente reafirmó su compromiso con la unidad del país y convocó a todos los sectores—incluyendo la oposición, organizaciones sociales y económicas—para trabajar juntos en la gestión 2024-2025. “Esta debe ser la gestión de la paz. Los bolivianos merecemos estabilidad, certezas, unidad, prosperidad y esperanza”, señaló. Arce hizo hincapié en que, a pesar de las amenazas y los llamados a su renuncia, su gobierno ha mantenido su foco en el trabajo y la respuesta firme ante los chantajes políticos.
En su discurso, el presidente también informó que el 7 de noviembre remitió a la Asamblea Legislativa Plurinacional el informe de gestión por escrito, cumpliendo con lo establecido por la Constitución Política del Estado. Con este gesto, Arce concluyó su intervención, reiterando su llamado a la unidad y la construcción de un futuro próspero para Bolivia, sin dejar de reconocer las dificultades que ha tenido que superar en los últimos años.