Exdirigentes de las ‘Bartolinas’, la Confederación de Trabajadores Campesinos y otros sectores expresaron su rechazo a la segunda movilización programada para el 10 de enero, la cual tiene como objetivo exigir la “impunidad” para Evo Morales, el exmandatario acusado por el presunto delito de trata de personas con agravante. La acusación sostiene que Morales abusó y embarazó a una menor de 15 años de Tarija durante su segundo mandato como presidente.

La exejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia ‘Bartolina Sisa’, Maribel Ávalos, cuestionó las verdaderas intenciones detrás de las movilizaciones convocadas por sectores evistas. “Detrás de las demandas económicas que pregonan, lo que buscan es desestabilizar al país y a la administración de Luis Arce. No lo han logrado con las movilizaciones anteriores, pero ahora quieren repetir una marcha para encubrir la impunidad de Evo Morales”, afirmó Ávalos.

En 2024, Morales lideró un bloqueo de caminos de 24 días, respaldado por organizaciones sociales como la CSUTCB, interculturales, ‘Bartolinas’ e indígenas, en lo que se denominó “la movilización por la impunidad de Evo”. Los seguidores de Morales, incluido el senador Leonardo Loza, exigían la liberación de los procesos judiciales que lo implican en diversos casos, incluidos los relacionados con la trata de personas.

Actualmente, Morales enfrenta una orden de aprehensión desde el 16 de octubre de 2024, por negarse a declarar sobre el caso que lo involucra en la presunta agresión a una menor de edad. A pesar de la orden, el exmandatario permanece en el Chapare, bajo custodia y resguardado por sus seguidores. Sin embargo, ha vuelto a convocar a una marcha, esta vez partiendo de Patacamaya hacia La Paz, prevista para este 10 de enero.

El exejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Adalberto Ticona, denunció que Morales intenta “revictimizarse” frente a las denuncias que pesan sobre él. “Seguramente será con los mismos actores de la marcha anterior, y van a pretender hacer creer que están siendo perseguidos políticamente para frenar su candidatura. Bolivia ya no puede vivir otra movilización con estas características”, señaló Ticona, quien también cuestionó que esta marcha coincida con otra movilización impulsada por el dirigente Toño Siñani.

El dirigente de los interculturales y vocero del Pacto de Unidad, Vidal Gómez, tildó la marcha de “marcha de la muerte 2”, al considerar que su propósito es intentar “desestabilizar” el país y dar paso a un posible “golpe de Estado”.

Roxana Molina, presidenta del Comité Cívico Popular de Bolivia, convocó a los sectores del trópico cochabambino a “despertar” de la opresión y a trabajar en unidad por el Bicentenario del país. “Ya basta de movilizaciones, el país no está para eso. No podemos seguir permitiendo que se intente tapar la impunidad de Morales, quien debe responder ante la justicia. Además, necesitamos saber de dónde obtiene tanto financiamiento para movilizar a miles de personas”, expresó Molina.

El senador evista, Pedro Vargas, por su parte, aseguró que los “viejos políticos deben irse al tacho”, haciendo alusión a la necesidad de dejar atrás a aquellos que, en su opinión, no representan los intereses del país, incluyendo a su propio líder, Evo Morales.

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