La situación de emergencia en el municipio de Quime, ubicado en el departamento de La Paz, sigue siendo crítica tras el desborde de los ríos Kuyuna y Quine el pasado viernes. El número de familias damnificadas ha aumentado a 500, según el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, quien también reportó que al menos 40 viviendas han quedado completamente destruidas y un número similar está en riesgo de colapsar debido a la inestabilidad del terreno. Además, los pobladores siguen sin acceso a electricidad y agua potable.

El fenómeno meteorológico ha causado severos daños en el municipio, que se declaró en desastre luego de que la riada arrasara con viviendas, árboles, carreteras y cultivos. Decenas de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y se encuentran en las calles, intentando recuperar algunas de sus pertenencias.

“Muchas viviendas están construidas sobre canales de agua de los ríos, lo que las hace sumamente vulnerables a nuevos desbordes. El riesgo de más viviendas en peligro sigue latente si ocurre una nueva crecida del río”, alertó el viceministro Calvimontes.

Las autoridades ya han comenzado trabajos urgentes para reencauzar los ríos y mitigar el impacto de futuras crecidas. En la zona operan equipos de las Fuerzas Armadas, a través del Comando Conjunto de Respuesta ante Eventos Adversos (CCREA), quienes se encargan de las tareas de limpieza y restablecimiento de las vías afectadas. También se ha solicitado el apoyo de cooperativas mineras de Caracollo para el uso de maquinaria pesada en la recuperación de la zona.

El viceministro explicó que el deshielo de las cumbres y las lluvias estacionales han incrementado el caudal de los ríos, arrastrando grandes piedras y vegetación, lo que ha generado un daño considerable en las estructuras de las viviendas.

Quime, un municipio situado a 233 kilómetros de la ciudad de La Paz, enfrenta una difícil situación debido a la vulnerabilidad estructural de sus viviendas, muchas de las cuales fueron construidas sobre antiguas orillas de los ríos. Las protecciones de las casas, en su mayoría débiles, no pudieron resistir la fuerza de las aguas y los escombros arrastrados.

Para apoyar a las familias afectadas, el presidente Luis Arce ha instruido el envío de más de 21 toneladas de ayuda humanitaria, que incluyen alimentos y suministros esenciales. Las autoridades locales siguen monitoreando la situación y piden la colaboración de la población para enfrentar esta crisis.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *