Los trabajadores de la empresa La Paz Limpia anunciaron que podrían paralizar el servicio de recolección de basura en la ciudad de La Paz debido a la falta de pago de sus salarios desde noviembre de 2024. A través de un comunicado, los empleados expresaron su descontento y señalaron que, si no se realiza el depósito de sus sueldos, comenzarán con medidas de presión desde hoy, incluyendo la interrupción del servicio de limpieza.
Marco Canqui, representante de los trabajadores, informó que el sector se encuentra en estado de emergencia y que han solicitado al alcalde Iván Arias que atienda sus demandas. “Si no nos depositan el sueldo, vamos a parar el servicio de recolección de basura. Seguimos esperando lo que nos corresponde”, indicó Canqui. Los trabajadores aseguraron que durante una reciente reunión con concejales de la alcaldía no se alcanzó ningún acuerdo, y el ejecutivo municipal mantiene que no existe deuda alguna con los más de 800 empleados de la empresa encargada de la limpieza urbana.
En medio de esta situación, los trabajadores se concentraron frente al Palacio Consistorial de La Paz, donde se produjo un altercado con los guardias municipales que intentaron desalojarlos de manera violenta. Verónica Yujra, una de las trabajadoras, expresó su frustración y recordó las promesas incumplidas del alcalde, quien inicialmente aseguró que los sueldos serían depositados cada 5 de cada mes, luego cada 10, después cada 15, y ahora cada 25. “No vamos a permitir que nos sigan mintiendo”, declaró Yujra.
Los trabajadores subrayaron las difíciles condiciones en las que desempeñan su labor, trabajando de noche y en condiciones adversas, como lluvia y frío. “Nuestro trabajo es muy sacrificado, y no es justo que no nos paguen lo que nos corresponde. Somos madres solas y necesitamos ese dinero para cubrir las necesidades de nuestras familias”, señaló una trabajadora.
Por su parte, el secretario de Gestión Ambiental, Juan Pablo, defendió la postura de la alcaldía, afirmando que, según el contrato firmado con La Paz Limpia en 2016, no existe ninguna deuda pendiente con los trabajadores. Sin embargo, el conflicto sigue sin resolverse, mientras los empleados insisten en que no se detendrán hasta recibir sus pagos.