Las intensas lluvias que azotaron el país han dejado un saldo devastador, afectando a 594,000 familias, dañando 4,771 viviendas —de las cuales 1,229 fueron completamente destruidas— y cobrando la vida de 55 personas, según informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes. La emergencia ha alcanzado a 235 municipios de los nueve departamentos, manteniéndose vigente la alerta hidrológica naranja en 230 de estos.
Para hacer frente a la crisis, el Gobierno ha destinado más de 2 millones de bolivianos en ayuda humanitaria a siete departamentos. Sin embargo, Calvimontes subrayó que se requiere un presupuesto adicional de 722 millones de bolivianos para atender adecuadamente la emergencia, solicitando la aprobación de créditos económicos.
Además, el viceministro detalló que seis departamentos, Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Tarija, Oruro y Potosí, también fueron afectados por heladas y granizadas. Se han declarado 46 municipios en desastre y 7 en emergencia, por lo que se enviará ayuda humanitaria a regiones como Trinidad durante esta semana.