El gobierno de Dina Boluarte inició una serie de acusaciones que sugieren una supuesta injerencia boliviana en el conflicto del vecino país, producto de una profunda crisis política y social que estalló tras la destitución del presidente Pedro Castillo a fines de 2022. El pueblo peruano se levantó frente al régimen, que hasta el momento es responsable de más de 55 muertos por lo que pretende desviar la atención de la comunidad internacional.
“Sabemos de manera extraoficial que por la frontera de Perú y Bolivia han ingresado estas armas letales llamadas dum-dum” expresó Boluarte. En la misma línea, Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros del Perú, llegó a afirmar que existen evidencias que respaldan estas acusaciones asegurando que entraron desde Bolivia armas y municiones con el fin de suministrar a los manifestantes en las regiones del sur de ese país.
El jueves pasado el gobierno boliviano afirmó que la acusación falaz de la presidenta del Perú, Dina Boluarte, respecto al traslado de municiones bolivianas dañan la relación bilateral, aseveró el vicecanciller de Bolivia, Freddy Mamani elevando una protesta a su similar peruano por el conducto diplomático.
Por su parte, el ministro de gobierno declaró: “Es totalmente falso, no existe ningún desvío de armas desde el Estado Plurinacional de Bolivia hacia la República del Perú. Esto falta totalmente a la verdad”. Acusó a la mandataria peruana de generar una “cortina de humo” respecto a los fallecidos por la represión orquestada en su mandato que dejó más de medio centenar de fallecidos.