El director Ejecutivo de Amaszonas, Mauricio Souza, ha emitido una advertencia sobre la posibilidad de un juicio en Brasil y Estados Unidos en contra del país boliviano. Debido a los perjuicios económicos ocasionados por el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, que impidió a la empresa volar tras la desmatriculación de sus cuatro aviones y suspender los vuelos ya programados.
Mauricio Souza, dijo que el patrimonio de la aerolínea en Bolivia está valuado en $us 25 millones, pero todo fue bloqueado. A todo esto, el ministro de Obras Públicas, en una entrevista con un medio televisivo, dijo que la aerolínea Amazonas acumula una deuda de $us 56 millones con GY Aviation Lease 1816 Co. Limited, Impuestos Nacionales, Aduana, DGAC, ATT, Naabol y otras compañías privadas que le prestan servicios.
Souza advirtió que, en vista de la falta de progreso en las conversaciones, Amazonas está considerando tomar medidas legales en Brasil y Estados Unidos, donde la compañía también opera y tiene inversionistas clave. Añadió que esta medida no es deseada, pero se está considerando como una opción para proteger los intereses de la empresa y sus accionistas.
“¿Dónde está la ley? Nosotros trabajamos y generamos inversiones dentro del país. Cuando el ministro habla que no hubo inversiones, nosotros enviamos a un banco boliviano 20 millones de dólares. El tema es que nosotros vamos a pedir cuentas y los perjuicios que estamos teniendo a las dos cortes, brasileña y americana, contra el estado boliviano”, afirmó el director Ejecutivo de Amaszonas.
Las declaraciones del CEO de Amaszonas han generado reacciones mixtas en el ámbito político y económico de Bolivia. Mientras algunos líderes empresariales respaldan la postura de la empresa, otros argumentan que se deben agotar todos los canales de diálogo antes de recurrir a acciones legales.
La situación continúa desarrollándose y se espera que las próximas semanas brinden más claridad sobre la dirección que tomará este conflicto entre Amazonas y el gobierno boliviano. Las implicaciones de un posible juicio en Brasil y Estados Unidos podrían tener repercusiones significativas en el ámbito internacional y en la imagen del país sudamericano.