En un importante desarrollo para la industria agrícola, con 12 años de investigación y adecuación de la semilla de quinua a territorios de elevadas temperaturas, científicos y agricultores han logrado un avance sin precedentes al crear una quinua tropicalizada, que ha demostrado triplicar la producción por hectárea. Este logro podría marcar un punto de cambio en la seguridad alimentaria global y abrir nuevas oportunidades comerciales en los mercados europeos y asiáticos en Bolivia.
La quinua es tradicionalmente cultivada en las regiones andinas del país y ha ganado popularidad en todo el mundo debido a su perfil nutricional único y su versatilidad culinaria. Sin embargo, el rendimiento por hectárea ha sido un desafío constante en su producción.
De esta forma, investigadores y expertos agrícolas han trabajado incansablemente para desarrollar una variedad de quinua que se adapte mejor a los climas tropicales. Después de años de experimentación y selección de plantas resistentes, han logrado crear una cepa que no solo sobrevive en condiciones más cálidas, sino que también muestra un increíble aumento en la producción.
Marín Condori, docente e investigador de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), informó que la nueva quinua tropicalizada que se cultiva en el oriente del país tiene un rendimiento promedio de 1.500 kilos por hectárea, tres veces más que en el altiplano.
En 2022, el investigador junto a la Universidad presentó la primera variedad de quinua tropicalizada conocida como UAGRM–FINE para ser producida y comercializada. En la universidad se habilitaron 405 hectáreas para la producción y fuera de los predios universitarios otras 1.600 hectáreas.
Las pruebas realizadas en campos de cultivo demuestran que esta quinua tropicalizada puede triplicar la producción por hectárea en comparación con las variedades tradicionales. Este descubrimiento tiene el potencial de transformar la producción de quinua a nivel mundial, especialmente en áreas con climas cálidos y tropicales donde las condiciones tradicionales de cultivo eran un obstáculo.
Condori explicó que hay interés de los productores del oriente en el cultivo de la quinua, y quienes quieren ensayar con 50 y 100 hectáreas, pero también hay agricultores interesados en participar con 1.000 hectáreas. Asimismo, menciona que para el 2024 se va a lograr una superficie muy significativa con este cultivo.
Los expertos predicen que este avance podría tener efectos significativos en la economía de las regiones productoras de quinua y en la seguridad alimentaria global. Además, la quinua tropicalizada podría convertirse en un símbolo de innovación y colaboración entre la ciencia y la agricultura.
La agricultura del futuro se presenta más prometedora que nunca, gracias a la perseverancia y la creatividad de los científicos y agricultores del país que han hecho posible este avance histórico.