En los últimos meses, el comercio de perros y gatos en la Feria 16 de Julio de El Alto ha experimentado un preocupante crecimiento, extendiéndose incluso hasta la concurrida avenida Juan Pablo II. Vecinos y defensores de los derechos de los animales han levantado su voz de alarma, denunciando la aparente indiferencia de las autoridades locales ante esta problemática.
Una residente del área expresó su frustración, afirmando: “La Alcaldía no hace nada, cada domingo y jueves es lo mismo, más gente sale a vender gatitos, perritos“. La presencia de vendedores de animales en la Av. Juan Pablo II, cercana a la Chacaltaya, ha generado malestar entre los habitantes locales.
Desde la propia Alcaldía se ha reconocido la existencia de una venta “indiscriminada” de perros y gatos en la urbe alteña, señalando que esto podría ser una de las causas de la creciente sobrepoblación de estos animales. Muchos de los compradores, según la información proporcionada por la Alcaldía en un informe previo, abandonan a sus mascotas una vez que dejan de ser cachorros.
En un reporte anterior, las autoridades locales revelaron que en El Alto habría aproximadamente 500,000 perros, de los cuales el 50% se encontrarían en situación de calle. Esta cifra plantea un desafío significativo para el bienestar de los animales y la convivencia en la ciudad.
Las denuncias de los vecinos y los activistas han resaltado la urgencia de abordar este problema de manera efectiva. Se espera que la Alcaldía tome medidas concretas para regular el comercio de animales en la vía pública y promueva la adopción responsable, a fin de reducir la cantidad de animales abandonados en las calles de El Alto.