El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, comunicó que el gasto estatal en la importación de diésel y gasolina ascendió a más de $3.000 millones en lo que va del año, considerando la logística asociada al traslado de combustible.
En una entrevista con el canal estatal, Molina indicó que a lo largo de los años, el Estado ha trabajado para asegurar el suministro, pero es crucial implementar un proceso gradual para reducir estos costos, destacando la importancia de abordar el impacto que supera los $3.000 millones en la importación de diésel y gasolina.
“El Estado nacional ha trabajado durante todos estos años para garantizar el suministro y tiene que ver con un proceso paulatino de bajar ese costo que, sin duda, es importante para el país. Nos referimos que entre diésel y gasolina los costos de importación están superando los 3.000 millones de dólares y que ese es un efecto que tenemos que reducir”, afirmó el ministro de Hidrocarburos.
El proyecto del Presupuesto General del Estado (PGE) para el año 2024 propone asignar aproximadamente $3.596 millones (Bs 24.666 millones) para la importación de combustibles, una cifra histórica en comparación con los $2.999 millones erogados el año anterior.
Estas declaraciones surgieron en el contexto de discusiones sobre la producción de biodiesel como una medida para disminuir progresivamente la dependencia de la importación de carburantes, aunque algunos expertos cuestionan su eficacia como solución integral.
Ante el aumento de la subvención a los hidrocarburos en los últimos cuatro años, Gas Energy Latin America (GELA) proyecta que para 2029, la importación de combustible alcanzará los $5.000 millones y el subsidio aumentará a $3.300 millones.
El presidente del Estado, Luis Arce, previamente señaló la dependencia del país de la importación de petróleo, diésel y gasolina, alertando sobre el elevado costo que se paga por la adquisición de estos carburantes.