La reciente controversia suscitada por las declaraciones de Evo Morales respecto al costo del Censo de Población y Vivienda 2024 ha llevado al expresidente Jorge Tuto Quiroga a realizar un análisis comparativo de los censos previos, concluyendo en una exigencia directa al exmandatario de devolver los 55,5 millones de dólares destinados al Censo de 2012, el cual considera no haber arrojado resultados satisfactorios.
En su programa dominical, Morales demandó transparencia al gobierno del presidente Luis Arce, argumentando que la asignación de 140 millones de dólares para el censo actual resulta excesiva en relación con la calidad organizativa del proceso, señalando deficiencias como la falta de refrigerios, identificaciones adecuadas y medios de transporte para los voluntarios censales.
En respuesta, Quiroga criticó la postura de Morales mediante una comparativa histórica de los costos de los censos desde 1992, destacando el contraste entre los 7 millones de dólares invertidos en aquel entonces y los 11.7 millones de dólares destinados al empadronamiento.
El exmandatario rememoró la relevancia de censos anteriores, como el de 1992 durante la gestión de Jaime Paz Zamora, que sentó las bases para la Participación Popular, y el de 2001 en su propio gobierno, que facilitó la implementación del Diálogo Nacional como herramienta de participación ciudadana en la formulación de políticas de reducción de la pobreza, con fondos provenientes de la condonación de la deuda externa.
Asimismo, Quiroga enfatizó las implicaciones del Censo de 2012, el cual, según sus palabras, resultó en una falta de credibilidad debido a la ausencia de actualización cartográfica y a la insuficiente distribución de boletas censales, lo que habría dejado a muchos bolivianos sin registrar.