Un hombre en Cochabamba fue condenado a dos años de prisión por vender murciélagos en un mercado local, afirmando que estos animales podían curar enfermedades. Debido a que esta era su primera ofensa, recibió el perdón judicial y no tendrá que ir a la cárcel. Sin embargo, ahora tiene antecedentes penales y, si es sorprendido vendiendo animales silvestres nuevamente, enfrentará una pena de prisión.
Reynaldo Tarque, de la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma), explicó que el vendedor recibió una sentencia corta, lo que permitió el perdón judicial. Aunque ya está en libertad, su historial penal podría complicarle la situación en el futuro si reincide. La venta de animales silvestres, como murciélagos, está estrictamente prohibida por la ley.
Las autoridades de Zoonosis, encabezadas por Diego Prudencio, recordaron a la población que es ilegal comprar y vender animales silvestres. Además, advirtieron que los murciélagos no tienen propiedades curativas, como se cree erróneamente en algunas comunidades. La creencia de que la sangre de murciélago puede tratar la epilepsia es un mito sin base científica y puede poner en riesgo la salud de las personas, ya que estos animales pueden ser portadores de enfermedades como la rabia.
Especialistas en salud reiteraron que no hay evidencia científica que respalde el uso de murciélagos para tratar la epilepsia u otras enfermedades. Además, señalaron que el comercio de murciélagos en mercados locales es una práctica que se ha llevado a cabo durante años en ciudades como Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. Aproximadamente 3.000 murciélagos se comercializan mensualmente en Bolivia, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública debido a la posible transmisión de enfermedades de animales a humanos.