Gracias a la subvención estatal al diésel y al maíz, insumo clave para la alimentación de aves, el precio del pollo en el mercado interno ha experimentado una reducción significativa. Actualmente, en La Paz, el kilo de pollo se comercializa a Bs 18,50, tras semanas en las que el costo superó los Bs 27 debido a interrupciones en las rutas de transporte causadas por condiciones climáticas adversas.
Así lo informó Luis Miguel Murillo, director general de Análisis de la Producción, Industria y Economía Plural, quien destacó que estas medidas buscan garantizar la estabilidad de costos en la industria avícola. “El Gobierno subvenciona hasta el 55% del maíz, grano esencial en la producción avícola, y garantiza el abastecimiento de diésel para la cosecha agrícola en el oriente. Esto permite costos estables en toda la cadena productiva”, explicó Murillo.
Coordinación con el sector privado
Murillo agregó que, junto al sector privado, se trabaja en las campañas agrícolas de invierno y verano para mejorar la eficiencia en el sector y evitar fluctuaciones de precios. La reciente baja en el precio del pollo se atribuye a la estabilización de los costos de producción, resultado de los subsidios y del restablecimiento de las vías de transporte que fueron severamente afectadas por la temporada de lluvias. Según los pronósticos, estas condiciones climáticas podrían extenderse hasta finales de abril.
Control de precios en la carne de res
En cuanto a la carne de res, Murillo señaló que el Gobierno ha intensificado los controles sobre el ganado en pie y en las fronteras, con el objetivo de frenar el contrabando a la inversa y evitar la salida de animales hacia países vecinos. En su criterio, estas acciones contribuirán a reducir los precios de la carne de res, que han mostrado una tendencia al alza en los últimos meses.
El funcionario destacó que la estrategia gubernamental de subvención a los carburantes y granos tiene como propósito mantener los precios de los productos de la canasta familiar a niveles accesibles. Asimismo, insistió en que estos esfuerzos, sumados a la vigilancia en fronteras, son esenciales para evitar fluctuaciones bruscas y proteger el poder adquisitivo de la población.