Desde el pasado jueves, la situación en el Bloque de Unidad, la coalición opositora que surgió con el objetivo de frenar la continuidad del Movimiento al Socialismo (MAS) en el gobierno, ha dado un giro inesperado y se encuentra al borde de la fractura. El expresidente Jorge Quiroga, al rechazar la encuesta que debía definir al “candidato único” del bloque, ha generado una crisis interna que ha complicado aún más la ya tensa relación entre los miembros de la facción opositora.

El conflicto comenzó cuando Quiroga, expresidente de Bolivia (2001-2002), echó por la borda la encuesta que se había pactado para elegir al candidato único, un proceso que había sido establecido por el bloque. Desde entonces, Quiroga ha intensificado la situación con una serie de acciones que incluyen una carta dirigida al vocero del bloque, el también expresidente Carlos Mesa (2003-2005), y una denuncia contra el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, en la que advirtió sobre la ilegalidad del proceso.

En su misiva enviada el domingo al vocal electoral, Quiroga dejó claro que no participaría en la encuesta —que comenzó su trabajo de campo el sábado y se espera que revele resultados el viernes— y que esta estaba siendo financiada por Samuel Doria Medina, otro de los precandidatos del bloque.

El exmandatario denunció que lo estaban sometiendo a una “emboscada” y una “maniobra politiquera” con el objetivo de apartarlo de la candidatura presidencial. En una conferencia de prensa realizada ayer en Santa Cruz, Quiroga expresó sentirse víctima de “chantajes grotescos” y criticó a los miembros del bloque por haber “gastado tiempo” en un proyecto de unidad que carecía de viabilidad jurídica. En particular, apuntó contra Doria Medina, líder de Unidad Nacional (UN), acusándolo de violar de manera sistemática los compromisos establecidos dentro del bloque, además de realizar una campaña para dividir a la alianza.

El Bloque de Unidad fue formado con el objetivo de frenar la continuidad del MAS en las elecciones generales del 17 de agosto, y está integrado, además de Quiroga, por Doria Medina, Mesa, Luis Fernando Camacho, Amparo Ballivián (la tercera en competencia según la encuesta) y Vicente Cuéllar. Sin embargo, a pesar de que Quiroga ha expresado su voluntad de mantenerse dentro del bloque, ha dejado de participar en sus actividades, y sus aliados no han tomado acciones para que vuelva a formar parte del grupo de manera activa.

Por su parte, los voceros de Doria Medina han afirmado que la encuesta continúa en desarrollo y, en una nueva arremetida, Doria Medina hizo comentarios públicos que insinuaron críticas hacia Quiroga, destacando la postura de otro expresidente, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien decidió no postularse como candidato. En redes sociales, Doria Medina felicitó a Rodríguez por “demostrar honor, coherencia y seriedad” al rechazar la candidatura, en contraste con lo que él consideró como “cálculos y patrañas” de algunos políticos en Bolivia.

El futuro del Bloque de Unidad, a tan solo meses de las elecciones, parece cada vez más incierto. La división interna y la falta de cohesión entre los principales miembros de la coalición podría tener consecuencias imprevisibles para las aspiraciones opositoras en el proceso electoral de agosto.

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